En Cali existe un sitio o una sucursal de la Librería Nacional, situada en el oeste de la ciudad. Obviamente venden libros y revistas como toda librería que se respete, pero además, hay cafetería en la que se disfruta de capuccino, pastas, frappés...
Esta librería, la del oeste, tiene muchos encantos: cuenta con dos ambientes, uno interno con aire acondicionado y una terracita al aire libre; se encuentra uno con muchos amigos y se leen las últimas revistas mientras se come.
Tengo por costumbre ir, en promedio, una vez a la semana. Claro, ya ha llegado Jet Set, Cromos, Ola, Semana, Cambio, Caras, Fucsia, Vanidades, Tv y Novelas... Es decir, las últimas noticias de la frivolidad nacional e internacional, que me encantan. Pero lo bueno es ir acompañado de una persona a la que también le gusten estos "interesantes" temas para comentarlos. Esa es la fascinación del sitio.
Pero, qué problemas encuentro en la Librería Nacional, ya refiriéndome un poquito al famoso "servicio al cliente".
1. Las mesas tienen vidrio y con la luz, tremendo reflejo en los ojos. Hasta donde sé, eso está prohibido.
2. Falta un diseño en las mesas que permita poner el café y al mismo tiempo inclinar la revista. Si la revista permanece sobre la mesa, las lámparas se reflejan en el papel con mucho brillo y si se inclina, pues uno se cansa.
3. Va mucho padre de familia, después de salir del trabajo, supongo, para compartir con sus niños. Estos juegan, gritan, saltan... lo que ocasiona que uno se desconcentre en la "literatura". Una vez, gritaban y corrían tanto, tanto, que le dije a uno de los meseros que cuándo iban a instalar los rodaderos y columpios.
4. Las tortas que venden no son las mejores. Siempre de vainilla, chocolate... y el mismo sabor bocado tras bocado. Sería mejor una oferta de pasteles de variados sabores.
jueves, 29 de mayo de 2008
miércoles, 28 de mayo de 2008
Zonas verdes de Cali
Foto tomada de la página Web de la Alcaldía de Cali
Hace unos años, en reuniones de Comité de Ornato para Cali, decíamos en la Sociedad de Mejoras Públicas que la mejor opción para las zonas verdes de Cali, en especial, los separadores viales, era cambiar el pasto por el maní forrajero, pero abundaban las disculpas desde los contratistas que hacían la labor de poda, hasta los funcionarios de turno: que era muy difícil arrancar una planta llamada "mariguano" que se daba como maleza y, en general, combatir todo lo que creciera fuera del pasto. Bueno, parece ser que la labor era imposible.
Hoy, al cabo de los años, con la construcción del MIO (Sistema Integrado de Transporte Masivo) vemos como todos los separadores viales y algunas zonas verdes lucen esplendorosas con el maní forrajero que evita la imagen deplorable de algunas épocas del año, de un pasto crecido cual jungla, por falta de presupuesto para su corte.
Entonces sí se podía.
Hace unos años, en reuniones de Comité de Ornato para Cali, decíamos en la Sociedad de Mejoras Públicas que la mejor opción para las zonas verdes de Cali, en especial, los separadores viales, era cambiar el pasto por el maní forrajero, pero abundaban las disculpas desde los contratistas que hacían la labor de poda, hasta los funcionarios de turno: que era muy difícil arrancar una planta llamada "mariguano" que se daba como maleza y, en general, combatir todo lo que creciera fuera del pasto. Bueno, parece ser que la labor era imposible.
Hoy, al cabo de los años, con la construcción del MIO (Sistema Integrado de Transporte Masivo) vemos como todos los separadores viales y algunas zonas verdes lucen esplendorosas con el maní forrajero que evita la imagen deplorable de algunas épocas del año, de un pasto crecido cual jungla, por falta de presupuesto para su corte.
Entonces sí se podía.
martes, 27 de mayo de 2008
José Luis Pérez Oyuela
Esta semana vi la entrevista que Mario Fernando Prado le hizo al Presidente del Concejo, José Luis Pérez Oyuela.
Antes de comentar la entrevista, comento que conocí al Presidente del Concejo hace unos dos meses y quedé gratamente sorprendida por su elegancia en el vestir, de saco y corbata, como se dice y con camisa de “más blanco no se puede”, por su amabilidad y por sus buenos modales, como quiera que durante los minutos que compartimos demostró interés, sin afanes.
Como comunicadora y protocolista, todo lo miro desde estos ángulos. Así, pues, analicé la imagen del entrevistado en toda su extensión y llegué a la misma conclusión: muy bien vestido y elegante, entendida la elegancia como la compostura que tuvo con la actitud, sus gestos y sus respuestas claras.
Vale la pena destacar la labor que hasta ahora ha hecho el doctor Pérez con el “Banco del Tiempo”, al que acudieron los caleños con mano de obra, pintura y otros elementos para cambiarle el aspecto a las instalaciones del Concejo y presentarlo limpio, blanco, organizado, con sillas nuevas y decorado con cuadros en ciertos sitios que presentaban un aspecto deplorable como la entrada por los parqueaderos del sótano donde se sentaban los escoltas; con la campaña “Lectópolis”, un verdadero éxito en motivación y asistencia de público a la Plaza de Toros el Día del Idioma y con el llamado al orden de los cabildantes para que no hagan pequeñas tertulias ni hablen por celular en las sesiones plenarias.
Por último, en la entrevista, cuando MF le preguntó por su composición familiar, mostró en sus gestos y en su expresión verbal la alegría de estar casado con la mujer de su vida: Lineth y tener un pequeño hijo.
Felicitaciones por la entrevista y muchos éxitos en todas las campañas que emprenda. En la primera nos demostró que con las ganas de hacer algo por la ciudad fue posible cambiarle la cara al Hemiciclo sin que saliera un solo peso de los dineros públicos.
martes, 6 de mayo de 2008
Taxis en Cali
Soy constante usuaria del servicio de taxis en Cali, de modo tal que soy testigo de la atención al cliente que ofrecen las diferentes empresas.
Como tengo claro que soy la CLIENTA, estoy en todo mi derecho de pedir calidad en el servicio. Es así como solicito con amabilidad el cambio de una emisora o de determinada música si no me gusta.
La mayoría, con contadas excepciones, acceden a mi petición y cambian la emisora o le bajan volumen; otros se rebelan y aducen que el taxi es de ellos y pueden hacer lo que quieran.
Es verdad, el taxi es de ellos, pero es de servicio PUBLICO, de tal manera que no solo es para transportar un cliente de un lugar a otro sino comodidad.
Recuerdo una vez, muy temprano, a eso de las 7 de la mañana, iba yo para la Universidad Autónoma de Occidente, bien al sur de Cali, y desde que ocupé el taxi le solicité al conductor que cambiara la emisora porque me fastidiaba todo lo que fuera comentario de fútbol. El conductor le bajó volumen. Le solicité de nuevo el cambio de la emisora a lo cual se negó por más que le hice ver que yo era la CLIENTA.
En fin, lo cierto del caso es que me bajé del taxi y tomé otro servicio.
La casa del pandeyuca
fotografía tomada de la revista Acción de la Cámara de Comercio de Cali
Acostumbro comprar el pan en La Casa del Pandeyuca de la calle 5a. por la calidad de los productos y por la atención amable y rápida.
Hoy, no me contuve y felicité a la chica de la caja por su espíritu de servicio, su actitud positiva y su rapidez en el actuar. Le pregunté que de dónde era pues me llamaba la atención esa manera de atender a los clientes. Me contestó que de Tuluá. Le dije que yo sabía que me iba a decir otra ciudad fuera de Cali. Claro, aunque Tuluá esté en el Valle del Cauca, empieza ya lo "paisa".
Es difícil explicar con palabras qué diferencia esa actitud de servicio al cliente de la gente que es de otras partes, pero incide mucho el que no se tenga esa prevencion de que servir es sinónimo de servilismo.
Vale la pena mencionar que la Casa del Pandeyuca vende 3.000 pandeyucas diariamente.
sábado, 3 de mayo de 2008
EMCALI tiene código de ética
Felicitaciones a las directivas de Emcali por la implementación del Código de Ética que será la guía diaria de los funcionarios de la empresa, para conformar un nuevo clima laboral y de relación con la comunidad.
Este documento refleja un diagnóstico interno aplicado a todos los niveles de la empresa sobre el comportamiento de los trabajadores y su relación con los proveedores y contratistas, así como con el funcionario de las otras instituciones del estado y a la misma comunidad.
El Código de Ética tiene como objetivo que los trabajadores de la empresa actúan bajo una serie de normas establecidas para conformar valores como honestidad, responsabilidad, respeto, lealtad, efectividad, equidad y solidaridad, con el firme propósito de fortalecer el clima organizacional y la relación con el entorno.
Este documento refleja un diagnóstico interno aplicado a todos los niveles de la empresa sobre el comportamiento de los trabajadores y su relación con los proveedores y contratistas, así como con el funcionario de las otras instituciones del estado y a la misma comunidad.
El Código de Ética tiene como objetivo que los trabajadores de la empresa actúan bajo una serie de normas establecidas para conformar valores como honestidad, responsabilidad, respeto, lealtad, efectividad, equidad y solidaridad, con el firme propósito de fortalecer el clima organizacional y la relación con el entorno.
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