Hoy, poco a poco, ese espacio vuelve a ocuparse por parte de vendedores mal llamados ambulantes, porque son estacionarios. A lo largo del paso que da de la Avenida de las Américas para llegar a la Terminal, se encuentran ventas de frutas, dulces y gafas, entre otros artículos.
De no prestarse atención inmediata a este problema, todo lo que se adelantó en aquella ocasión para darle un aspecto estético a la zona, quedará en nada. Si no hay autoridad, los ocupantes traerán más y más familiares para que monten su "puesto" y ampliarán los propios con casetas aseguradas con cemento tal y como se acostumbra en otros lugares de Cali.
